
"Las autoridades deberían verificar quiénes se anotan", denunció el buen hombre. "Nadie certificó si el formulario pertenecía a una persona real o, como en este caso, a un inocente animal". Y prosiguió con las explicaciones: "Le inventé todo, su fecha de nacimiento y hasta un número de documento. Y un par de semanas más tarde me llegó la confirmación: mi perro Buddy ya estaba registrado para votar en las próximas elecciones"
Sin embargo, nunca sabremos si "Buddy" hubiera votado por republicanos o demócratas, ya que el honesto joven aclaró que no piensa llevar a sufragar a su perrito y que todo sirvió para demostrar que hay gente que no está haciendo su trabajo.
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