La teoría nos dice que el encuentro sexual entre una pareja debe ser un momento sumamente apasionado, altamente placentero, en donde ambas partes, gracias a la confianza que se tienen entre sí, se muestran el uno al otro tal y como son, hecho que les garantiza vivir grandes momentos.
Sin embargo, pueden existir muchas cosas que impidan que las personas gocen de estos ratos de intimidad al máximo, que bien pueden llegar a ser prejuicios que se tienen sobre el tema o algunas cosas que simplemente no gustan.
1. No obsesionarse con la pérdida de la virginidad. Hay mujeres que han crecido en hogares muy conservadores y tradicionalistas que les han inculcado el llegar virgen hasta el día del matrimonio; sin embargo, hoy en día la juventud tiene su primera experiencia sexual a muy temprana edad.
Con tal de que sus hijas retrasen un poco más esta experiencia, hay quienes les dicen que al perder la virginidad, las chicas experimentan mucho dolor, sangrados, cambios físicos, entre otros mitos, por lo que las adolescentes que han decidido dar ese paso están preocupadas por dichas ideas, por lo que ese momento no es nada placentero, ni para ellas, ni para sus parejas.
2. Tener sexo en donde sea. Es verdad que para tener una vida sexual plena no hay que caer en la rutina, por lo que el innovar y experimentar cosas nuevas siempre le dará esa chispa a la relación de pareja.
Quizá hay quienes fantasean con tener relaciones en la cocina, en la mesa del comedor o en algún lugar público, el problema viene cuando este comportamiento se repite constantemente, en donde prevalece la fuerza masculina sobre el placer femenino, así como el coito inmediato.
3. Ver al sexo únicamente como una necesidad fisiológica. La sexualidad es un tema inherente al ser humano y que en efecto, guarda mucha relación con algunas necesidades físicas que tiene el organismo.
El error que cometen algunos caballeros es ver el tema únicamente de esa manera, sin pensar que el sexo también significa un vínculo afectivo entre un hombre una mujer, un punto al que le da mayor realce el sexo femenino y que seguramente quedarán desencantadas cuando sus parejas sean poco cariñosos con ellas, lo que terminará por ahogar la pasión.
4. Dejar puesta la televisión. Puede ser que te encuentras descansando al lado de tu pareja acostados en la cama plácidamente, mientras ven la televisión, cuando de repente, a alguno de los dos les entra la cosquillita de gozar de un momento placentero de intimidad.
No se olviden que hay un aparato eléctrico encendido al cual, hay que apagarlo de inmediato, ya que por las imágenes o sonidos ahí proyectados se convierte en un gran distractor que inhibe a cualquiera.
5. Utilizar recursos de más. Ya dijimos que para mantener viva la llama del sexo en una pareja, lo primero que hay que hacer es no caer en la rutina, por lo que el inventar juegos y experimentar nuevas cosas podrían darle un giro más atractivo a esta actividad.
El problema es cuando alguno de los dos va más allá y se olvida de las caricias y recursos tradicionales, volviéndose un momento de alta intensidad, exageradamente erótica que raya en la depravación.
6. Considerar al sexo únicamente como una demostración de amor. Este es un consejo para aquellas mujeres que viven en un mundo rosa, en donde el amor prevalece sobre los instintos, deseos y a las más bajas pasiones que puede sentir cualquier persona por naturaleza.
Si durante las relaciones sexuales únicamente muestras el lado romántico, muy probablemente tu pareja terminará por aburrirse e incluso, su rendimiento no será el esperado.
7. Enaltecer en demasía un encuentro íntimo. Las películas en donde se muestra el amor desenfrenado y apasionado entre dos personas puede hacer que una persona sueñe e idealice con encontrar a su príncipe azul o mujer perfecta, que se comporte tal cual y como se muestran aquellos personajes del cine, y la decepción de no tener a alguien así en la cama puede provocar que su rendimiento en el acto no sea el más adecuado.
8. Ropa interior chistosa. Están en ese momento apasionado que seguramente dará como resultado el ir más allá para terminar en el acto sexual. Decides quitarle poco a poco la ropa a tu pareja y ¡sorpresa!, te encuentras con unos calzones estampados con caricaturas graciosas, algo que probablemente bajará tus niveles de excitación.
9. Exagerar con los juegos en zonas erógenas. Llenar de besos, caricias y hacer un par de cosquillitas en determinadas partes del cuerpo podrían hacer que suba la temperatura de tu pareja y con ello, garantizar que durante el acto sexual tenga el máximo rendimiento y dé todo de sí.
Aunque esto de hacer jugueteos en las zonas erógenas gusta a cualquiera, hay que tener cuidado respecto a cómo se hace, pues hay partes que son muy delicadas y que mal estimuladas podrían desencadenar dolor y con ello, el fin de ese instante lleno de placer.
10. Sexonambulismo. Es una extraña patología que padece un pequeño porcentaje de la población mundial y que consiste en que una persona mantiene relaciones sexuales mientras está dormido, un hecho que si lo piensas bien, se convierte en un peligro para los vecinos que están alrededor de quien lo sufre.
Fuente: http://www.lapatilla.com/
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