21 de mayo de 2011

No hubo fin del mundo

Harold Camping, un ingeniero civil jubilado y predicador cristiano, anunció que hoy a las 6 de la tarde en los diferentes husos horarios del mundo, vendría el Apocalipsis. Varias personas renunciaron a sus trabajos y viajaron por todo el país para exhortar a los demás a arrepentirse de sus pecados antes de que sea demasiado tarde.

La predicción de Harold Camping, de 89 años, era que, al horario indicado, en cada país del mundo, el Apocalipsis vendrá y los buenos cristianos serían elevados al cielo, lo que dejaba muy poco tiempo para el arrepentimiento de los pecadores.

Varias personas decidieron pasar "sus últimas horas" de distinta manera. Algunos se encerraron para recer por piedad, otros como Gregory LeCorps dejaron su empleo. Gregory trabajaba "en un centro médico"y decidió renunciar hace unas semanas para llevar a su esposa y sus cinco hijos pequeños de viaje por el país, para advertirle a todo el mundo que el Apocalipsis está cerca. "Estamos en los últimos días", decía mientras repartía panfletos la semana pasada. Otros optaron por reunirse en emotivas últimas cenas con sus hijos y se prepararon para dejar atrás sus hogares y mascotas.

"Sabemos que el fin iniciará en Nueva Zelanda y seguirá al sol y partirá de ahí", indicó Garcia, un hombre de 39 años y padre de seis. "Por eso Dios realizó toda la tecnología y los satélites, para que todo el mundo pueda verlo al mismo tiempo mientras sucede".

Luego de pasar meses recorriendo Estados Unidos para colocar anuncios panorámicos sobre el día del Juicio Final y repartir folletos sobre la Biblia, el seguidor de Camping Michael Garcia planeó pasar la tarda del viernes en compañía de su familia en su hogar en Alameda, cerca de las oficinas centrales del imperio de medios cristianos en Oakland.

Aquellos que no consigan que les abran las puertas del Cielo el sábado, sufrirán un verdadero infierno en la Tierra hasta el 21 de octubre, fecha en que Dios, furibundo, por fin destruirá el planeta y todo lo que existe, asegura Camping en su apocalíptica predicción.

Algunos lo creen realmente. Otros fueron más bien escépticos, especialmente debido a que Camping hizo una profecía igual hace unos años: había asegurado que el Apocalipsis ocurriría en 1994. Escribió un libro sobre ello y, por supuesto, 1994 llegó y se fue sin dejar rastros de raptos celestiales. De la misma forma, su profecía del 2011 no parece haberse cumplido.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg --quien como es judío, de acuerdo a la profecía no será elegido por Dios para ir a Su Lado-- bromeó en su programa de radio semanal el viernes que si se termina el mundo el sábado eliminará las restricciones para estacionar en la ciudad.

Los bares, aprovechando el mensaje difundido desde California, ofrecieron "happy hours" debido al Apocalipsis y, en todo Estados Unidos, la gente organizó fiestas, presumiblemente para despedir a todos los que se vayan para el otro lado.

En los clasificados hubo decenas de miles de avisos de no-creyentes que ofrecían comprar los bienes de quienes creen que se irán al Cielo.

Empresarios ateos abrieron un negocio que ofrece rescatar y adoptar a las mascotas de los cristianos que sean seleccionados para ir al cielo cuando Jesucristo los llame a su lado.

"Prometiste tu vida a Jesús. Ahora estás a salvo. Pero cuando llegue el Éxtasis, ¿qué sucederá con las amadas mascotas que dejes atrás?", dice en su sitio web Eternal Earth-Bound Pets, que ofrece "quitarte esa preocupación de encima".

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