Miles de fans esperaban este jueves por la mañana en el centro de Londres el estreno mundial del último filme de Harry Potter, un gran evento para cerrar con broche de oro casi 15 años de aventuras del joven mago y uno de los mayores éxitos mundiales de la edición y del cine.
"Es el mejor día de mi vida", explicó Lou Ravelli, quien cumplirá 14 años "dentro de dos semanas" y, como regalo", su madre le ha regalado "lo que sueña desde siempre": asistir a un estreno de una película de Harry Potter. "Soy 'fan' desde muy pequeña", agregó este adolescente, cubierta con una capa de mago y con su varita en la mano.
La familia tomó el avión en Rodez, en el sur de Francia, y acampa desde el miércoles en Trafalgar Square, la monumental plaza del centro de Londres por la que deben desfilar esta tarde las estrellas de "Harry Potter y las reliquias de la muerta. 2a parte", octava y última película de la franquicia basada en la saga escrita por la británica J.K. Rowling.
Son miles de aficionados, amasados detrás de las vallas de seguridad que rodean la alfombra roja por la que deben desfilar entre otros Daniel Radcliffe (Harry Potter), Emma Watson (Hermione Granger) y Rupert Grint (Ron Weasley), los tres jóvenes protagonistas.
Los actores saludarán a la multitud a partir de las 15h00 GMT antes de recorrer los cerca de 1.000 metros que los separan de Leicester Square, donde está prevista la proyección tres horas después, por un reconstituido "Callejón Diagon", el lugar donde los magos de la saga van a comprar sus varitas, escobas y hasta sus lechuzas.
Algunos admiradores están desde hace varios días, pese a las fuertes lluvias y las frescas temperaturas reinantes. En medio de las bolsas de patatas fritas o caramelos tratan de dormir un poco bajo las mantas, los impermeables y los grandes paraguas.
"Es realmente importante para mí. Es el final de mi infancia", explica la saudí Rowidah Alnajar, de 20 años, que lleva grabada en la frente la famosa cicatriz de Harry Potter en forma de rayo.
El duelo será duro para cientos de millones de pottermaniacos en todo el mundo que ven cerrarse una era iniciada en 1997 con la publicación del primer libro, "Harry Potter y la piedra filosofal".
"Lloramos todos. Todos" cuando terminó el rodaje, explicó Rupert Grint, resumiendo los sentimientos del equipo.
"Me siento triste", dice Brodie Chipchase, de 14 años. "Quiero otra película".
Es poco probable. J. K. Rowling ha descartado en varias ocasiones una "continuación". "Sería una pena recrear o continuar las aventuras", estimó en el mismo sentido David Heyman, productor de las ocho películas.
Harry Potter es uno de los mayores éxitos de la historia editorial y cinematográfica, con más de 400 millones de libros vendidos en 70 lenguas y unos ingresos mundiales de taquilla de 6.400 millones de dólares.
La última película, que llega la semana próxima a los cines de casi todo el mundo, es la culminación de esta epopeya. Narra el "enfrentamiento final" entre el Bien (Harry) y el Mal, encarnado por el señor de las tinieblas Voldemort.
El filme, el primero en tres dimensiones, ha recibido unas primeras críticas muy entusiastas y algunos le auguran un mejor resultado económico que la entrega inaugural, la más taquillera con casi 1.000 millones de dólares.
Fuente: http://feeds.univision.com/
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