Vivimos en una época del culto a la apariencia, la imagen y la fachada

Hoy en día el valor de una persona está basado en su apariencia física o su estatus social, tanto así que se ha tornado sumamente difícil encontrar la verdadera amistad y el verdadero amor, el interés está presente en todos los sentidos.  ¡Ya no vale tu esencia como persona sino lo que personificas! Esta entrada va dirigida a las personas que se han perdido a sí mismos a causa de las apariencias.

Son infinitas las veces que una persona ha callado algún pensamiento o ha frustrado alguna acción solo por el temor de ser cuestionado socialmente, en ocasiones aporta la misma opinión de otro individuo aún sin estar de acuerdo, con tal de tener aceptación social olvida totalmente que por naturaleza es diferente a los demás, caracterizándose por tener maneras únicas de sentir, pensar y expresar. No existe en el mundo una persona tan perfecta como para convertirla en un modelo a seguir, cada quien debería ser espontaneo de acuerdo a su idiosincrasia, sin moldes sociales.

Por ejemplo, en la actualidad una mujer es valiosa y hermosa de cuerdo a su apariencia física, poco importa si es dulce, comprensiva, tierna, emprendedora, con criterio propio e inteligente; ahora lo importante es que tenga atributos sexy acompañado de una actitud sarcástica y odiosa a lo que llaman “simpatía selectiva” y con gustos preferenciales al futbol y videojuegos. La mayoría de las mujeres están siguiendo este “molde social” con tal de lograr la aceptación. Así como las personas que evitan escuchar música de su gusto solo porque está etiquetada socialmente como “basura musical” incluso se conocen casos de personas que escogen estudiar una carrera universitaria que no es de su gusto solo por complacer a los demás.

El amor así mismo incluye también aceptación, no deberías fijarte en tus defectos ni de lo que careces, tu esencia es lo que te hace único y diferente a todos.

Analiza: A quien tú llamas loco quizá sea un apasionado, a quien tu llama idiota quizá sea simplemente el, a quien tu llamas perfecto quizá sea un molde social, es preferible ser un loco idiota que ser un poco de cada personalidad que no tenga que ver con la tuya.

Admirables son las personas que aunque criticados y etiquetados siguen siendo ellos mismos sin la mínima intención de cambiarse por moldes sociales.

Caja de Pensamientos - Edición 1

Autora: @DaiSalcedo

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