Usó un tampón durante cuatro horas y estuvo a punto de perder la vida. Paige Roffey comenzó a sentirse mal y acudió al hospital. Sin embargo, los médicos aseguraron que padecía un simple virus por lo que la enviaron de nuevo a casa.
Al regresar, esta joven de 15 años terminó desplomándose en la ducha por lo que tuvo que ser llevada de nuevo al centro médico.
A su llegada al hospital, los sanitarios aseguraron que el estado de Paige era crítico. Tal es así, que la joven pasó los siguientes dos días en estado de coma.
Lejos de ser un virus, la chica padecía el síndrome del shock tóxico, un trastorno poco frecuente causado por una toxina producida por ciertos tipos de bacterias.
Según los expertos, este síndrome puede ocurrir con infecciones cutáneas o quemaduras y, en menor medida, con el uso de tampones durante la menstruación.
Tras permanecer diez días ingresada, Paige pudo salir del hospital.
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