
Tony Kovacs, detective de la Policia local a cargo de la investigación de caso declaró que "sin dudas se trata de un episodio extraño". Y explicó que "es un poco loco sustraer un vehículo y utilizarlo como instrumento para robarse un juguete sexual".
El producto en cuestión, y por el que el maníaco planeó semejante logística, consiste en una réplica hecha en plástico de los órganos genitales femeninos. Ya con la caja del "juguete" deseado, el ladrón se retiró muy tranquilamente del establecimiento y dejó el vehículo robado en el mismo lugar donde lo encontró. Sin embargo, gracias a las cámaras de seguridad del sex-shop, el hombre fue detenido. Las autoridades no dejaron que lleve a su celda el juguete sexual. Una lástima.
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