En un suceso que se debate entre lo vil y lo escatológico, en una escuela de Boston se registró un caso en el que un grupo de profesores sometieron y electrocutaron a un alumno. Y por si no fuese suficientemente condenable, esta brutal terapia correctiva dejó invalido al adolescente que fue victimado. Al parecer la tortura, que consistió en ser amarrado y expuesto a 31 choques eléctricos a lo largo de siete horas, se debió a que el chico no quiso quitarse el abrigo cuando los profesores se lo exigieron.
Este criminal ritual tuvo lugar en el Judge Rotenberg Center de Canton, Massachusetts, y a pesar de que sucedió hace una década, el equipo legal de Andrew McCollins, quien previo a la tortura sufría de dificultades de aprendizaje y que en su momento, tras la sesión que le propinaron los profesores estuvo tres días en coma a causa del terror que vivió, apenas ha compartido con los medios el material en video que documentó el crimen.
El Judge Rotenberg Center fue inaugurado en 1971 con el supuesto fin de corregir a los niños problemáticos, y desde entonces es bien conocida por los cuestionables recursos que utiliza, muchos de los cuales incluyen castigos físicos, para ‘inducir cambios positivos en los alumnos’. De acuerdo con un panfleto de la propia escuela, los choques eléctricos son un recurso completamente valido ya que ‘este tratamiento, que solo se siente como un fuerte piquete, ha sido extensivamente validado en la literatura científica, es extremadamente efectivo, y no provoca efectos colaterales significativamente adversos’.
Tras la publicación de este video, la prensa internacional estará pendiente del desenlace de este brutal episodio que si durante el dictamen del juez existe algo de sentido común, seguramente derivara en un castigo ejemplar para los involucrados.
Fuente: http://pijamasurf.com/
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